Un nuevo capítulo de este conflicto laboral se abre esta semana de primeros de Junio de 2025. Se nos comunica a los trabajadores el extinto CEMI que el Comité de Empresa del CEMI queda «automáticamente inhabilitado», en cumplimiento de la normativa vigente -¡como no!-, y se agradece en el mismo comunicado la labor prestada por dicho comité y la serenidad con que el Comité de Empresa del Ayuntamiento va a asumir la defensa de los derechos de estos trabajadores.
Se procede al cierre del buzón de correo de dicho comité y al recurso compartido en los servidores municipales.
Por otra parte no hay nada nuevo bajo el sol, ya que lógicamente el comité de empresa del CEMI no existe jurídicamente como tal tras la disolución del CEMI. Los representantes sindicales electos pertenecemos a la sección sindical de UGT en el Ayuntamiento de Málaga. La incorporación del CEMI en la plantilla de laborales del Ayuntamiento implica la incorporación de 4 nuevos representantes sindicales en el Comité al superar los 500 laborales, pero todo esto quedará pendiente hasta la convocatoria de elecciones sindicales.
Como establece el estatuto de los trabajadores, los representantes sindicales electos no pierden su condición en un proceso de subrogación de empresas (aunque no formen parte del comité de la nueva empresa) cuando se mantiene la autonomía del centro de trabajo, como es nuestro caso, donde todo el mundo sigue cumpliendo las mismas funciones y realizando las mismas tareas, en el mismo centro de trabajo y desde hace meses, como así se ha ordenado desde la dirección.
Pese a estos intentos de reducir la capacidad sindical, estamos en el mismo punto donde nos encontrábamos y seguiremos trabajando desde aquí y desde el correo de gmail «cemimalaga.eu@gmail.com» por los derechos de nuestros compañeros y compañeras como hemos hecho hasta ahora. Sólo que perdemos algunos recursos como la cuenta de correo corporativo y el almacenamiento en los servidores que, en cualquier caso, quizás podría intepretarse como el inicio de una vulneración sistemática de los derechos sindicales adquiridos.

A partir de aquí es cuando empiezan a plantearse las cuestiones interesantes:
¿»Automáticamente» después de 6 meses de la disolución? Parece que los «automatismos» en este Ayuntamiento tienen un poquito de lentitud. Cualquiera podría pensar que se trata de represalias directas por las últimas acciones públicas de protesta.
¿Será que aquello de «en dos meses os aburrís» o «no nos importa que vayais a los juzgados» sólo era fruto de la actitud prepotente habitual y en realidad «escuece» más de lo que parece nuestra protesta pacífica?
¿Se enmarca esta decisión de un intento de socavar la acción sindical realizada hasta el momento que, por otra parte, podría calificarse como moderada y respetuosa teniendo en cuenta el nivel de indignación que tiene la plantilla? ¿Será el inicio de una campaña para la vulneración del derecho de libertad sindical reconocido en la Constitución española?.
En cualquier caso, si continúan las presiones contra los representantes sindicales electos, logicamente no quedará más remedio que abrir un nuevo frente judicial en defensa de libertades fundamentales que han costado mucho sacrificio conseguir a nuestra sociedad.
Ladran, Sancho, luego cabalgamos.