¿Qué era el Centro Municipal de Informática del Ayuntamiento de Málaga (CEMI)?

El Ayuntamiento de Málaga decidió crear un organismo autónomo en el año 1984, el Centro Municipal de Informática (CEMI) que básicamente centralizaba los incipientes servicios de informatización del Ayuntamiento. Un organismo autónomo municipal es básicamente una forma de centralizar unas tareas especializadas, dotándolo de mayor agilidad para la contratación pública al disponer de presupuesto propio y de gestión de personal, con una plantilla de empleados públicos fijos con plaza obtenidas mediante oposición. Pero la forma de funcionamiento era similar al del resto del Ayuntamiento del que depende, teniendo los mismos órganos de control y la misma legislación que cumplir. Siempre hemos formado parte del Ayuntamiento y hemos trabajado codo con codo con nuestros compañeros del resto de áreas municipales.

El CEMI ha tenido una larga evolución en estos 40 años de funcionamiento, adaptándose a las diferentes cambios tecnológicos que se han ido produciendo. Desde el desarrollo de aplicaciones propias para un Mainframe centralizado con terminales, pasando por el despliegue de una intranet corporativa para la conectividad microinformática y el desarrollo de aplicaciones cliente-servidor, hasta su evolución para el desarrollo de servicios de e-Administración en una moderna nube privada basada en una red de fibra óptica propietaria y data centers redundantes, compatible con servicios de nube híbrida.

Existen múltiples hitos y logros en este largo camino, también algún fracaso. Los abordaremos en otra entrada. De los éxitos más espectaculares está la reducción de la factura de telecomunicaciones desde más de 2.900.000€ anuales por servicios obsoletos en 2008, hasta la actual factura anual de alrededor 900.000€ que lleva fija desde el año 2012. Todo gracias a la municipalización de gran parte de los servicios de telecomunicaciones, a través de una red de fibra óptica diseñada y gestionada por personal del CEMI. Casi tres millones de euros anuales por servicios privatizados y deficientes, frente a menos de un millón de euros gracias a servicios públicos y eficientes.

Durante todos estos años, los trabajadores del CEMI nos hemos caracterizado por nuestra profesionalidad, lealtad y compromiso por el servicio público al ciudadano. No hemos sido conflictivos ni hemos utilizado nuestra criticidad en la prestación de servicios para obtener beneficios. Siempre hemos primado la responsabilidad de nuestra labor. Y esto no son palabras huecas. Se ha demostrado en múltiples ocasiones, como durante la pandemia, que conseguimos que miles de compañeros municipales pudieran teletrabajar en menos de dos semanas, gracias al enorme trabajo de los técnicos del CEMI, mucho más allá de lo exigible en esas circunstancias.

Podemos entender que el Ayuntamiento quiera modificar su forma de organizarse y acabe disolviendo el resto de organismos autónomos municipales. Pero lo que no podemos entender, lo que no tiene ninguna justificación, es que en ese proceso una plantilla como la del CEMI sufra un castigo en forma de CPT para congelar parte de su sueldo durante años y desincentivar la promoción laboral.

No nos lo merecemos, Sr.Alcalde. Y usted lo sabe.